La iluminación siempre ha desempeñado un papel crucial en la vida humana. En la Edad de Piedra, el fuego no sólo nos calentaba, nos protegía de los depredadores y nos ayudaba a cocinar, sino que también iluminaba la cueva y nos hacía sentir acogidos y seguros. Hoy en día, la luz cumple las mismas funciones, pero con el desarrollo de la tecnología se ha convertido en un elemento esencial del diseño, el confort y la eficiencia energética. La tecnología moderna nos permite crear escenarios de iluminación inteligentes que se adaptan al estilo de vida, los hábitos y el entorno de cada persona. La iluminación ya no es solo una fuente de luz, sino una poderosa herramienta para modelar estados de ánimo y personalizar espacios.